Defendemos nuestra patria y Al-lah defiende con nosotras
Traducido por/ Ayat Elnagar
Ciudadanos:
Les hablo en un momento trascendental de la historia del pueblo de Egipto, un momento en que la tormenta comenzó a soplar sobre los horizontes de nuestra patria de todos lados, queriendo desarraigar nuestros cultivos, derribar nuestros hogares y destruir en unas horas lo que hemos pasado años construyendo de civilización y urbanización.
Una tempestad severa e injusta destinada a la exterminación y no se contentaría con el exterminio como alternativa, no sólo quería dañar o herir; más bien estaba didicada a matar sangrientamente, no quería dejar nuestra tierra antes de asegurarse de que todo lo que deja atrás no es más que trozos y ceniza. Pero Al-lah- Todopoderoso y Altísimo- estaba con nosotros ante la tormenta, y su justicia rechazó estar con los opresores contra nosotros, y nos fortaleció con el Espíritu Santo [el ángel Gabriel], como tal, apareció y se manifestó lo más maravilloso que Él depositó en nuestras almas y corazones de propapiedades y atributos y salió a enfrentar lo peor de sus corazones y almas.
Defendemos nuestra patria y Al-lah defiende con nosotros, Al-lah era nuestro Omnilíder, nuestro Omnipatrocinador y nuestro Omniguía, su liderazgo, asistencia y orientación fueron nuestros pasos hacia el éxito.. Nos ayudó con hermanos que han hecho de cada capital árabe, de hecho de cada cuidad árabe, un frente de batalla que lucha con nosotros contra el ejército de agresión; repelerlo y disuadirlo, y hace que el día de su derrota total se acerque al tiempo.
Nos apoyó con amigos que han avanzado por nuestra victoria en cada país libre en un mundo que cree que la fuerza no puede ser el árbitro de cualquier conflicto internacional, y que el derecho debe prevalecer sobre las armas.
Nos reconciliamos cuando nos dimos cuenta desde el primer momento; que la paz no es rendirse, y que la lucha nos ha prescrito como una obligación por Al-láh, por la humanidad, por la patria, por nuestros hijos y nietos.
Así que todos hemos tomado las armas, toda la patria avanza a la batalla, por delante de ella, en el otro lado de la línea de combate, estaba el mayor grupo de fuerzas reunidas contra un solo pueblo. Estábamos en las horas más oscuras de nuestra experiencia, dándonos cuenta que no teníamos más remido que la victoria.
La voluntad de victoria prevaleció más allá de todos los obstáculos, qué difícil fue esas obstáculos!, la victoria no era solo la retirada de los agresores; más bien, fue el logro de los primeros objetivos para los que la batalla estalló. La victoria fue, pues, una afirmación de nuestro derecho a la independencia y a la propapieded el Canal.
También, la tormenta severa e injusta no pudo hacernos daño.. nuestros cultivos, que quisieron arrancar, son hoy más abundantes y más verdes, nuestros hogares que quisieron demoler; son hoy más grandes y más altos, nuestras construcciones que quecieron destruir; hoy sus cimientos son más profundos y sus edificios más altas.
Más que eso, la tormenta severa e injusta ha sido una oportunidad para aumentar en amplitud y profundidad la experiencia espiritual de nuestro pueblo, así, hemos emergido de la tremenda experiencia y somos más fuertes de lo que hemos entrado, con esperanza y con el sentimiento más sincero y el sentido más puro, incluso regocijándose de nuestros enemigos que querían el mal para nosotros, que marcharon ejércitos a nuestra patria, y que empujaron la tormenta en nuestra dirección, incluso este regodeo no sabía entrar en nuestras conciencias cuando vemos a estos enemigos cayendo uno por uno, acercándose a ellos la vergüenza y el olvido.y querían gloria y oraciones, ellos quecieron gloria y la fama a expensas de nosotros y nuestro futuro.
Ciudadanos:
En este día, a esta hora, tengo una palabra que decir y decidlo conmigo: Alabado sea Al-lah
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Discurso del presidente Gamal Abdul Nasser en el aniversario del Día de los Héroes en Puerto Said
El 28 de octubre de 1957